Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas. Josué 1: 9.
Hace unos días mi bebe que ya se voltea, deseaba coger un juguete, ella se movía, se impulsaba hacia adelante con sus pequeños pies, se esforzaba por alcanzarlo, yo que veía la escena, quería saber si lo iba lograr, ella continuaba apoyándose en sus pies, pero cada vez que tocaba el juguete, en vez de cogerlo lo alejaba más y más, yo al ver su esfuerzo con mi mano lo impulse y ella lo pudo coger.
En ese momento pensé, así nos ha de ver Dios cuándo nos esforzamos por lograr aquellas cosas que anhelamos y viendo que se nos escapan de las manos, es allí cuando Él interviene y con su poder podemos alcanzar aquello que nos hemos propuesto.
Hoy te quiero hablar del esfuerzo, que es la fuerza, el vigor que se le pone a algo aun venciendo los obstáculos.
Me causa curiosidad que Dios nos dice en Josué 1:9 te mando que te esfuerces, esto no es opcional es una ORDEN. Esfuérzate en todo lo que haga, pon le todo el empeño a tus propósitos, sueños, metas etc.
Cada año al finalizar o iniciar, hacemos una lista de propósitos, cosas que nos gustaría alcanzar, en el papel nos inspiramos, escribimos versos y bellas palabras, pero no solo es plasmarlo en una hoja, esfuérzate para lograrlo, es poner todas tus capacidades, habilidades, cualidades, conocimientos con tal de obtener lo que anhelas, yo estoy convencida que Dios está viendo tu esfuerzo para conseguir tus metas no solo las personales sino aquellas que son eternas, que tienen que ver con el llamado, el servicio, los dones.
Todo requiere esfuerzo, el que desea emprender para mejorar su economía, el deportista que quiere quedar campeón, el trabajador que anhela un ascenso, el que estudia para ser un profesional, el creyente que anhela en su corazón ser usado por Dios y tener una relación más cercana con Él, todo necesita de esfuerzo, Eclesiastés 9: 10 nos dice Y todo lo que te venga a la mano, hazlo con todo empeño; porque en el sepulcro, adonde te diriges, no hay trabajo ni planes ni conocimiento ni sabiduría.
Qué tal si hoy revisas tu lista de propósitos y evalúas cuales has alcanzado, cuales te falta?
Hoy te animo a que te esfuerces en aquello que anhelas, ponle todo el ánimo, la dedicación para alcanzarlos porque Dios está allí observándote dispuesto ayudarte en el momento indicado, recuerda que los perezoso desean y nada alcanzan.
Esfuérzate, sé muy valiente y veras los resultados porque Dios está contigo.
